Wichy Hernández, el triunfo de la constancia
A sus 24 años, tiene claro que su futuro está en el mar. En 2018 ganó el campeonato de España de 420 y quedó 4º del mundo con Nacho Balaguer
Aunque ahora es difícil de creer, Wichy Hernández Tirado (Las Palmas de Gran Canaria, 1994) tuvo un momento de duda respecto a si la vela iba ser el deporte de su vida.
Sucedió a sus 11 años. Cuatro después de que su padre, Miky Hernández, le enseñara a navegar en optimist, Wichy se cansó de la vela y la cambió por un combinado de tenis y fútbol. “Le dije que quería parar, pero le pedí que no vendiera el barco”.

Wichy es hijo único de una familia muy marinera e incondicional del Real Club Náutico de Gran Canaria (RCNGC). Su padre, Miky Hernández, es juez y oficial nacional de regata y su madre, Mª Isabel Tirado, oficial nacional. Navegan todos en el crucero Mimawy y claro, reconoce, en esta casa se habla y se discute mucho de la vela.
Dos años después de aquella decisión, ya con 13 años, un día de principios del verano Wichy coincide con el entrenador Tony Navarro en el restaurante del club. “Yo estaba con mi padre en la barra, hablamos y Tony me comentó que por qué no volvía a navegar . Él entrenaba entonces al grupo A (el más avanzado). Me dijo que probara. Ese verano me volví a enchufar y lo cogí tan fuerte que no lo he dejado hasta hoy”.
De su propia experiencia, extrae una reflexión sobre cómo actuar con los niños y niñas que se inician en la vela.

“Nunca me obligaron a navegar, cuando lo quise dejar, lo dejé; volví con un empujón (el comentario de Tony). No hay que obligar a los niños a navegar, porque, si les gusta, van a volver”
Hasta los 15 años se dedicó a la clase optimist. En sus dos últimas temporadas logró formar parte del equipo canario para la Copa de España y el campeonato nacional. El último año ganaron en Calpe el campeonato de España por equipos.
Tras el optimist vino el 420, una clase “más complicada”, porque a la necesidad de contar con un compañero de tripulación, se suma el factor económico: el barco es sensiblemente más caro que el optimist. Juan Carlos Cruz fue su primer tripulante en 420.
“Es un salto económico bastante fuerte. Mi padre me consiguió un barco que estaba abandonado en un garage, lo fuimos a buscar y nos lo llevamos al club. Estuve años con él”.
Wichy explica que en la clase 420 el equipamiento es crucial. “Hay gente que dispone de mucho dinero, y es difícil competir sin buen material. Los 10 primeros clasificados de un campeonato de España van todos con barco nuevo y velas nuevas”.
No tener el mejor material no hizo que dejara de navegar. “Seguí y seguí, aunque no conseguía resultados”.

El primer éxito llegó en 2014 en Murcia. Con un barco que le había prestado el entrenador Pacuco Díaz, Wichy quedó 5º de España con Guillermo López Belón como tripulante.
Ese mismo año participan en el mundial en Alemania. Van con el barco de Pacuco y acaban 30º.
En 2015 el campeonato del mundo se celebra en Japón, y Wichy asume que la falta de recursos hace inviable su participación. Pero no se queda en tierra. Le prestan un 29er y con José María Cantero Choco participa en el campeonato de España de la clase que ese año se celebra en Las Palmas de Gran Canaria. Acaban a mitad de tabla.
Empieza 2016. La Copa de España tiene lugar en Villagarcía de Arosa (Pontevedra), Wichy, que ya tiene barco (el de Pacuco ya comprado), pero no tripulante, llama dos semanas antes de la regata a un amigo de Vigo que navega en la clase. Luis Bugallo le contesta con un sí.
“Le dije: ‘tengo barco y velas, ¿quieres hacer la Copa?’, nos adaptamos muy bien y decidimos hacer también el Campeonato de España, que ese año era en el Balís (Barcelona)”
“Con el respaldo de mi familia -mi tío y mis padres- , hablamos con Manel Guardiola, fabricante de la marca Lenam. Un mes antes del campeonato fuimos a una regata en el Balís y alquilamos un barco nuevo de Manel. Ese año acabamos 5º el Campeonato de España, lo perdimos en la última prueba por una bandera negra (fuera de línea en la salida) Iba segundo, con haber quedado entre los seis primeros habría ganado”.
La tripulación canario-gallega terminó 7ª en el mundial de ese año, en San Remo (Italia), ya con un barco de Manel en propiedad, adquirido con ayuda de la familia.
Al año siguiente Wichy forma tripulación con el canario Nahuel Rodríguez. Poco viento tanto en la copa como en el nacional, combinado con un peso alto para la flota, los descabalga de la competición internacional. Ni europeo ni mundial.
“Ahí me planteé si seguir o dejarlo, y pensé que no me podía quedar así: quise hacer otra temporada más”.
Año 2018. Enrola a Julio Alonso y juntos quedan 5º en la Copa de España (Puerto Sherry, Cádiz). “Siempre quedaba quinto, sexto, pero no acababa de dar el pelotazo”
Con Julio Alonso tiene el mismo problema que con Nahuel: el peso. En Puerto Sherry se salvan porque sopló el viento, pero ¿qué iba a pasar en el Campeonato de España?
“Como el Campeonato de España iba a ser en Gran Canaria, decidí que tenía que buscar a alguien con menos peso. Hablé con Julio, -que se pasó a 29er con Yoel Hernández, y fueron campeones de España- y yo llamé a Nacho Balaguer”. Balaguer vive en Valencia, pero esta dificultad para los entrenamientos no impidió que en 2018 ambos se proclamaran campeones de España. Por fin.
El Campeonato del Mundo de 420 de 2018 se celebra en Newport (EEUU). Ocho de las 20 tripulaciones del equipo español son canarias (la de Wichy y Nacho, canario-valenciana), y dos de los entrenadores (Gustavo del Castillo y José Antonio Medina), también. Es un año glorioso para España: el equipo se trae ocho medallas y tres son canarias (las hermanas Caba, oro; Patricia Reino e Isabel Laiseca, plata; y Elías Aretz -Pablo García, también plata).
Wichy y Nacho acaban cuartos del mundo, su mejor resultado en un mundial, en el que además pelearon desde el principio por el podio.
En la actualidad Wichy Hernández trabaja como entrenador del equipo de 420 en el RCNGC. A sus 24 años se plantea un futuro de mar y velas.
“No me veo metido en una oficina delante de un ordenador, me veo en una lancha en el agua. Sé que es complicado vivir de la vela y que si es lo que realmente me gusta, tengo que luchar”.
Respecto a la competición no descarta dar el salto a la clase 470, el barco olímpico, hermano mayor del 420.
“Tengo esa intención. No quiero desconectarme de la competición. Sea en 420, en snipe o en otra clase, quiero seguir activo. Me llama mucho la atención el Sofía (Trofeo Princesa Sofía), me gustaria probar, sé que es difícil, pero es una experiencia que me gustaría tener. Verte rodeado de todos los gallos … los de 420 miramos a los de 470 como los grandes, porque ellos son los grandes de lo nuestro. No he dado el salto a la clase olímpica por lo económico, es un salto grande, o tienes un apoyo fuerte o no vale la pena ni intentarlo.”
⇒ Wichy Hernández destaca el apoyo del RCNGC y de su familia, y el patrocinio de SISAL SL, Compliance Asesores y Lenam Vela Ligera para el mundial 2018.
⇒ La foto de portada de hizo en el varadero del RCNGC con motivo del mundial de EEUU. El autor es Belfi Aguilar.
Por Ángeles Arencibia