Dunkerbeck, el as del windsurfing roza los 100 por hora
- Con 183 copas del mundo y 42 mundiales, Bjorn es el deportista profesional con más títulos del planeta en windsurfing
- Aprendió a subirse a una tabla a los 9 años en la charca de Maspalomas
- Tras 30 años al máximo nivel en el circuito internacional, ahora compite en pruebas de velocidad
Bjorn Dunkerbeck (1969, Dinamarca) cumplira 49 años en julio de 2018. El deportista profesional con más títulos del planeta habla canario con acento centroeuropeo y aprendió a navegar en windsurf en la charca de Maspalomas, en el sur de Gran Canaria. Tenía 9 años y sus padres regentaban una escuela en el Faro. Él escuchaba sus indicaciones y después se iba solo a practicar. Tras competir durante 30 años consecutivos al máximo nivel en el circuito mundial de windsurf, hoy Bjorn sigue empeñado en pulverizar récords – ahora de velocidad-, mientras desarrolla una intensa actividad como promotor de eventos internacionales y continuador de las escuelas que iniciaron sus padres en Gran Canaria a mediados de los años 70.
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Con 11 años empezó a competir a nivel regional
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Con 14, en el campeonato de España
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Con 16 comenzó en el circuito mundial, donde estuvo 30 años consecutivos
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Está casado con María Morales, tienen cuatro hijos: Alba, Martina, Liam y Daniel
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En 1988 derrocó a su ídolo, el mito Robby Naish. Tenía 19 años.
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En los 90 recorría 40.000 kilómetros al año para participar en competiciones por todo el mundo
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Ha ganado 183 copas del mundo, 42 mundiales y 12 generales de las tres disciplinas (eslalon, olas y racing y freestyle y velocidad)
“Los niños deberían empezar con 5 o 6 años en el windsurf, lo cogen de una forma muy natural”
-¿Qué tiene Gran Canaria para dar tantos campeones?
-Gran Canaria y Canarias es un paraíso de los deportes que se practicar en el mar y hay campeones del mundo en todas las clases, pero si se invirtiera una parte de lo que se gasta en fútbol o en basket en deportes que las islas ya favorecen por sí mismas, tendríamos más afición y más campeones.
Sólo en windsurf tenemos a mi hermana Britt, que fue 17 veces campeona del mundo; luego están las gemelas (Iballa y Daida Ruano) que ahora mismo tienen 27 o 28 en conjunto; Philip Köster, nacido en Gran Canaria, es actualmente campeón del mundo en olas y lo ha sido en tres ocasiones. Así que, si sumas solamente los títulos de campeonatos del mundo que tenemos en Gran Canaria en windsurf, junto con mis 42, ya son unos cuantos. Creo que mucha gente no lo sabe; sí sabe que hay campeones del mundo pero no saben cuántos…
-El fútbol se ve en un estadio, ¿cómo trasladamos eso a la vela, que además no se entiende?
-Claramente es fácil grabar en televisión los deportes que se practican en un estadio. La vela es un poco más complicado pero, con un presupuesto para hacerlo, se puede grabar perfectamente. Un ejemplo es la America’s Cup: está tan bien grabada y desde tantos ángulos, que es muy interesante.
No digo que cada competición de vela o de surf tenga que ser así, pero se podría hacer mucho más en los medios de comunicación para que la gente lo entienda mejor y para que sea más atractivo. Ahora todas las copas del mundo de windsurf, surf y paddle surf se pueden ver en vivo en internet con dos comentaristas. Esto ha sido un gran avance.
-¿Cuántos seguidores tienen estas retransmisiones?
-Depende de qué mangas. Cuanto más cerca del último día, más gente lo ve.
Los números están creciendo.
-¿A qué te dedicas en la actualidad? ¿Continúas compitiendo?
-En 2018 se cumplen 40 años de las escuelas Dunkerbeck en la isla de Gran Canaria. Como muchos saben, empezamos en el Faro de Maspalomas, luego tuvimos escuelas en Playa del Inglés, San Agustín, Bahía Feliz … Actualmente tenemos escuelas de surf y paddle surf en Playa del Inglés- en el CC Atlantic Beach Club y en Playa del Águila.
Aparte de eso, compito en las regatas de velocidad, en el campeonato del mundo de velocidad, en el europeo de velocidad y en alguna larga distancia como es el Defi Wind de Francia con 1.400 participantes.
Yo organizo eventos con mi equipo y a veces compito para motivar. A veces gano, a veces no.

-¿De dónde sacas la energía para seguir a este nivel? Tienes 48 años y llevas desde niño en esto. ¿Y la motivación después de haberlo ganado todo?
-No es conseguir más, sino motivar a la gente para que haga deporte. En estos eventos la gente se conoce y se anima a seguir compitiendo. Alguien tiene que hacerlo: me encanta el windsurfing, es lo que mejor sé hacer.
En Fuerteventura organizo el Dunkerbeck GPS Speed Challenge, y en Francia el Gran Canaria Dunkerbeck Virtual Speed Challenge, con el patrocinio de Turismo Gran Canaria para motivar que la gente que venga a la isla, y está funcionando. Es el evento más grande del mundo. Empezó solo con franceses y desde que yo me metí hace 10 años empezaron a participar regatistas de otros países, este año pasado llegamos a tener 38 nacionalidades.
-No eres español ni ahora mismo navegas por España, pero te has criado y vives en Canarias, ¿podríamos decir que eres ‘marca Canarias’? ¿Te ven así por el mundo?
-Sí, cada vez estoy más involucrado con el departamento de Turismo y con el Cabildo para hacer más eventos. Llevo tres años haciendo un evento de paddle surf en la playa de Mogán, y aparte de eso vamos a hacer una prueba del Campeonato del Mundo de paddle de olas en Las Canteras, en la parte de La Cicer y el Lloret.
-¿Cómo recuerdas tu primer contacto?, ¿a qué edad te subes a una tabla?
-Mis padres empezaron a hacer windsurfing en Dinamarca en el 76.
-Serían prácticamente de los primeros en Europa, ¿y tu?
-Ya había unos cuantos y en Gran Canaria también, aunque muy pocos. Ellos se decidieron a vender todo en Dinamarca por el windsurf, por otro estilo de vida. Abrieron una escuela en el Faro de Maspalomas en el año 78, y desde entonces han ido creciendo con las escuelas.
-¿Cuándo te subiste por primera vez a una tabla?
-Yo me subí por primera vez acostado detrás ya en Dinamarca. Y aprendí a hacer windsurfing por mí mismo el verano que cumplía 9 – yo cumplo en julio-, en la charca de Maspalomas.
-¿Sólo?
-Mis padres tenían la escuela, ellos me decían cómo hacerlo y yo aprendí solo.
-Cayéndote y subiendo.
-Cayéndome y subiendo, aunque cuando eres joven no te caes mucho porque tienes el equilibrio tan bien, que aprendes muy rápido.
Por eso aconsejo a todos los padres de esta isla que, si quieren enseñar a los niños a que naveguen en windsurfing, bodyboard o vela, que empiecen ya con 5 o 6 años, porque lo cogen tan natural que ya les entra en el cuerpo la materia del mar y luego ya todo va ser muy fácil. Cuanto antes empiecen, mejor. La única condición es que sepan nadar.
-¿Te imaginas tu vida sin navegar?
-Muy difícilmente porque yo crecí con ello. Yo fui windsurfero antes de pensarlo. Con las escuelas de mis padres, tuve la facilidad de tener una tabla debajo de mis pies antes de pensar en ello. Compito desde los 11 años.

-¿Cuántos kilómetros en aviones y otros medios de transporte podías hacer en esos años de mayor intensidad?
-Muchísimos; en los años 90, cuando más eventos había y yo hacia todas las modalidades recorría un mínimo de 40.000 kilómetros al año. Gané 12 veces la general de las tres disciplinas. Iba dos veces al año a Hawai, Japón y de vez en cuando Australia también; mínimo al año dos veces 40.000 km.
-¿Cuál es tu trofeo favorita?
-He ganado 183 copas del mundo. Es un poquillo difícil decir cuál es el favorito. Quizás el primer título: uno de los juveniles aquí (en Canarias), otro de juveniles (segundo de Europa en 1985). También cuando conseguí meterme entre los primeros en el Campeonato del Mundo, y sobre todo cuando conseguí ganar a mi ídolo, Robby Naish, en el 88.
Él había ganado cinco veces consecutivas, yo le gané una vez en el 88, y luego 5 veces, luego 10, y luego 12 veces consecutivas: 30 títulos mundiales, me podría haber retirado en esa época.
– Debes ser el windsurfista más laureado de la historia del windsurf.
-Con diferencia. Tengo 6 Guinness, investigaron junto con Red Bull Internacional y, por lo visto, no hay ningún otro deportista profesional en windsurfing que tenga tantos títulos: yo tampoco lo sabía.
-¿En cualquier deporte?
-En cualquier deporte, según el libro Guinnes y Red Bull y la investigación que hicieron para meterme en el libro de 2011.
-¿Cuando viajas ves que se considera a Canarias una meca del windsurf como lo es Hawai?
-Canarias realmente es el Hawai europeo.
-Gracias a las gemelas, a tí ..
-Los hawaianos y los americanos pensaban que España formaba parte de México cuando yo fui por primera vez.
-Nos colocaste en el mapa…
Por lo menos en el mapa del windsurf, y ya todos los hawaianos saben muy bien donde está Canarias. Que hay viento muy fuerte y que el mar es muy bravo y que para un hawaiano es difícil ganar aquí. Igual que yo fui el primer europeo en ganar una copa en Hawai, aquí ha habido muchos y muy pocos han ganado algo aquí.
-¿Cuánto entrenas ahora?
-Cuando estaba al cien a cien, de 3 a 8 horas al día, entre gimansio, windsurf, bicicleta. Ahora, como me estoy concentrado en muchas cosas y compito solo en velocidad, entreno casi más fuera del agua que dentro del agua para mantener el cuerpo fuerte. Hay mucha prueba de equipo porque la meta es llegar a hacer 100 km por hora. Ahora mismo estoy con 98.8 en máxima de 2 segundos de GPS. Y en la media de 500 metros, que es la distancia oficial de todas las categorías de vela, estoy en 95 y pico km/h. Lo hacemos en Namibia, en un canal que se hace en la playa, porque el agua tiene que estar plana.
-Te falta 5 km para llegar a los 100 por hora, ¿los más duros?
-Claro, son lo más dificíles. Este año estaré otra vez tres semanas en Lüderitz (Namibia) navegando en el canal, ¡a ver si se consiguen!
Por Ángeles Arencibia